Algo diferente comienza a palparse en el ambiente de una villa, entre luces que adornan las calles y colgaduras que comienzan a aflorar por farolas y balcones se lanza un amor diferente que ilumina y brilla.
Algo diferente hay en el aire, esa mecia al viento de unos naranjos que no envejen por gusto a cobijar a aquellos que rezen, es nerviosismo entre el deseo de la llegada y las ansiedad porque nunca pasara lo inminente.
La sombra de unos brazos abiertos arropan las penas por las noches, una espalda quebranta soportando dolor y lágrimas, aquellos pies cruzados caminan, aquellas manos acarician aun viendolás clavadas en el madero, tres clavos lo tienen semidormido velando por su pueblo.
Tocina, ve a la Iglesia a estar con él para que no llore, para que no sufra, para ayudarle a quedarse dormido. Ve a consolar a aquel que te consuela, ve a abrazar a aquel que siempre te abraza, ve a estar con Él, que te vea el amigo que nunca te falla como su amigo.
Vera Cruz Cristo Divino, que conviertes septiembre en paso de caoba de luces tinieblas, que resaltas los sentimientos que florecen de claveles rojos de pasión devocional.
Vera Cruz, no llores más que Tocina te cobija, que te exalta como Rey de Reyes, que te adora como Padre. Tu Cruz es nuestra guía, tus llagas la señal, tu dolor nuestra paz y tus ojos entreabiertos es nuestro caminar. Tres clavos y corona de espinas, tu cuerpo en el madero se eleva como altar para esa Fe que sustenta tu piedad.
Vera Cruz duerme esta noche, que 14 será el día que a las calles de tu gloria saldrás, que tu pueblo ya ansia con darle dulzura a tu descansar, guía a tus Hijos con tu luz, más no los dejes caer en la tentación, y libralos de todo mal, Señor de la Vera Cruz.
Por, Juan Pablo Pozo
Señor de la Vera Cruz (Tocina, Sevilla) |
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