"¿Amor o capricho?"

¿Amor o capricho? Una de las mayores dudas que en nuestro largo caminar se puede presentar, y complicado es bastantes veces, distinguir que sentimos de verdad. Pero yo tengo varias respuestas a lo que es amor y no capricho.

Por un capricho no puedes sentir una puñalada en tu corazón cuando estás a punto de perderlo. Por un capricho no se detiene el tic-tac del reloj durante un beso.

A un capricho no se le pide un abrazo que resulta necesario, un capricho no logra que tus sentimientos vuelen entre el cielo y la tierra a una velocidad endiablada.

El amor es aquello que no puedes explicar, que convierte una posible obsesión en necesidad. El amor no es capricho cuando una caricia pone los bellos de punta, cuando mirar fijamente a los ojos de otra persona se convierte en una odisea por un océano de sensaciones.

No pude ser un capricho  que el ir de su mano haga sentirte seguro, que saber que está ahí sea un motivo para vivir.

El amor es más que una posesión, que una obsesión. El amor no esta en la cabeza, el amor se encuentra clavado en el corazón y eso se siente. El amor es aquello que no te genera duda, aquello que no es regalado como un capricho si no que tenerlo es un regalo.

El amor no es capricho porque el capricho te produce ansiedad y agobio por no tenerlo, el amor provoca que no ser correspondido, que no tenerlo, te provoque angustia, llanto y puede hacer que pierdas la cabeza por aquello que ves que necesitas.

El amor, genera dudas provocadas por la existencia del capricho, pero el capricho no puede luchar contra lo que tu corazón siente.


Por, Juan Pablo Pozo

"Encadenado a Sevilla"

Fotografía: Juan Pablo Pozo

Sevilla tiene un cielo mas allá de lo normal, espejo de torería y de arte sin igual. Te encadenan sus calles, las aguas del Guadalquivir, las callejuelas de Santa Cruz, el salero de Pureza o Betis allá por Triana, los capotes del Arenal...Sevilla te atrae de la mano de su Giralda, Sevilla toca ese cielo porque tiene un color especial que te deja preso de su amor, encadenado de su gracia.

"Creer"

Creer que lo es todo y que no sea nada, saber que aquí no es allí para no entender por qué allí sucede lo mismo que aquí.

Creer que sabemos mucho, y darnos cuenta de que no sabemos realmente nada, absolutamente nada. No saber que nadie es tan sabio como para saberlo todo.

Creer que el amor es para siempre pensando que nuestra vida sigue un guión de película romántica cegándonos de que detrás de todo no hay ninguna cámara.

Creer que la vida es dura cuando realmente nada es duro si sabemos actuar de una manera mucho más humana. Decir que los animales no tienen inteligencia, pero seguro que un perro no confunde a una perrita con un cerdito.

Creer que somos inteligentes, y no saber que quién realmente es inteligente es quien sabe aprovechar su inteligencia.

Creer, creer, creer...tanto creer que creemos que podemos tenerlo todo en la vida, y ni siquiera creemos en nosotros mismos.


Por, Juan Pablo Pozo

"Sueño Asuncionista"

Despiertas sin despertar, tras haber pasado una noche sin dejar de soñar,

El amanecer amenza con ser uno más, tu corazón disputa las ganas de volar.

El calendario marca un día, tu alma te grita sin necesidad de que se trata de un día algo más que especial, te comunica de que es 15 de Agosto un año más y apenas le dio tiempo a decírtelo cuando ya habías roto a llorar al ver al soñar el rostro divino de la Reina Celestial.

Es un sueño dentro de otro sueño que no tiene final, es un no parar de ganas de llorar y llorar, las ansias de mirar al cielo y ver su cara dibujada entre las estrellas de Cantillana, aquel lugar del que es su Majestad.

Seguir en el sueño, el día entero, desde el supuesto despertar del que no te das cuenta que sucedió porque sigues soñando sin dejar instante en el olvido del recuerdo de la gloria del último año que...

Ahí siento el despertar,  a las 9 se acabó el soñar para vivir en un mundo celestial que la Madre de Dios por el dintel de su Parroquia vuelve a inaugurar.

Se paró el tiempo en tu cara Asunción, y las estrellas envidiaron el dibujo que ellas misma te trazaron. El viento acarició tu pelo con suavidad, tu mirada penetró entre el cielo y la tierra reflejada entre lágrimas asuncionistas que claman por siempre tu amor.

El tiempo se paró en tu sonrisa, se paró en ese sueño que cada minuto es más difuso y no se sabe en que lugar te encuentras, si en tu cielo o en el sueño de ver la luna reflejada en tu mirar.

El tiempo se paró en tu nombre Asunción, entre voces de vivas, guapa y más que guapa,

Cantillana es la gloria o más bien la gloria es quien envidia a Cantillana,

Que el tiempo se pare una noche más, la del año, en la más especial,

Y que tus manos bendigan tocando la frente con ese tacto que solo tú Reina y Señora tienes para acariciar.

Que te recemos sin voz, tan sólo con el alma, que te cantemos con tan sólo susurrarte haciéndole frente a esa brisa que ansia con acariciarte, que se pare el tiempo Asunción, que me sienta en una cuna que tu mano mece al compás del Mundo que contempla a María elevarse hacia el trono de Dios.

Que no se despierte nadie, que vivamos en tu cielo, que vayamos en tu carroza de nubes, el tiempo se paró un 15 de Agosto más, y tu rostro ASUNCIÓN, el mismo cielo dibujó para no parar de mirarlo porque de ti se enamoró.

Eres tu Asunción, que el tiempo se pare un año más, y nos quedemos contigo en tu trono celestial. El tiempo se paró en tu rostro, el tiempo se paró..

Por, Juan Pablo Pozo